viernes, 16 de julio de 2010

Ascenso a la Malinche
Parte II

Sigo subiendo, ya me duelen los pies pero falta poco y ya quiero llegar, el paisaje cada ves es mas lugubre y frio, las nubes empiezan a bajar y no queda mas que ver hacia adelante.





Eh divisado algo, creo que es algun pueblo, pero asi como apareció, las nubes ya estaban otra ves frente de mi; ya no falta mucho, veo que por fin acaba la pendiente, ahora solo resta caminar sobre la costilla de la mujer azul.
Veo hacia un costado y no es más que un tetrico barranco, los sentidos se agudizan y lo que menos quieres es dar un paso en falso, formas tetricas, filosas piedras, tumba vitalicia.

Por fin llegué y después de un tiempo llegan todos. Compartimos la experiencia de subir y el esfuerzo que implico; descanzamos, comemos, damos gracias por haber llegado hasta la cima y disfrutar de un paisaje que muy pocas personas tienen privilegio de tan majestuosa imagen.
La estática esta latente, empieza a caer granizo; la montaña dice basta!, es hora de emprender el camino, recogemos todo y doy un último vistaso, me despido con una promesa innconciente de regresar.

miércoles, 14 de julio de 2010

Ascenso a la Malinche.
Parte I

Que bueno es saber que vas con personas de tu mismo interes a subir la montaña, durante el trayecto contemplo los lugares que pasamos,poblados, llanuras, montañas,lineas de acotamiento; ellos también estan emocionados en llegar.



Empiezo el recorrido con el grupo pero estoy ancioso por llegar y aprieto el paso; eh alcanzado a Beto y platicamos durante el ascenso mientras el aliento lo permita.





No recuerdo en que número de árboles me quede pero empece a ver por fin el fin del bosque y el principio de una larga caminata entre arbustos, rocas, vacas y alguno que otro perro montañes.No puedo pensar en otra cosa que no sea caminar y de ves en cuando en alguna inspiración para tomar fuerzas.
Desde aqui no hay marcha atrás.


LLegamos al segundo descanzo; es un lugar inhóspito, visión corta por la niebla y de ves en cuando algún rayo de luz calentandome.Contemplando el paisaje, me doy cuenta de lo afortunado en tener lo que estoy viendo; sentimiento de libertad y despreocupación más que por no caer y rodar.
La roca se ve tan comoda en ese momento que no pienso más que en acostarme sobre ella y tomar un largo respiro.


Por fin llega Julia y Jose, charlamos un rato, comemos, dormitamos. El ascenso nos ha agotado, pero el orgullo de llegar y el momento esperado de estar en la cima no me deja estar quieto. Me preparo para subir la ultima recta .